El amor entre Sac Nicté y Canek

Calendario Azteca: características:

El Calendario Azteca también conocido como Piedra del Sol, es un monolito con forma de disco, cuya talla está relacionada con la disposición del tiempo...

Calendario maya - Significado:

El calendario Tzolkin, equivalente a 260 días terrestres. La rueda calendárica, que resultaba de la unión del calendario Tzolkin y el Haab.

Las trágicas historias de amor maya

El amor entre Sac Nicté y Canek cuenta el rompimiento real que tuvo la Liga de Mayapán, integrada por Uxmal, Chichén Itzá y Mayapán.
La cultura maya se basa en una gran cosmogonía llena de una infinidad de dioses, pero el amor también estuvo presente.
El Blog Xichen recopiló algunas historias de amor y desamor en la cultura maya.
La Leyenda del Cenote Zací
Cuenta la leyenda que hace mucho tiempo existían dos familias que compartían el poderío del poblado de Zací: Los Cocom y los Cupules.
La curandera y hechicera del pueblo era la jefa de la familia de los Cocom, tenía una nieta llamada Zak-Nicté o flor blanca. Por su parte el Halach Huinic perteneciente a la familia de los Cupules tenía un hijo, el príncipe Hul-kin, ambos jóvenes tuvieron una amistad que culminó con un apasionado amor.
El cacique al enterarse de esta relación decidió enviar lejos al joven hacia un poblado con el cual ya había establecido una alianza para que Hul-kin se casara con la princesa de ese lugar. Zak-Nikté le confesó a su abuela que estaba embarazada de Hul-kin.
La hechicera le prometió a la joven que usaría todo su poder para traer de vuelta al príncipe, pero estando en aquel lejano poblado él se había olvidado de ella debido a la belleza de su nueva pareja.
Un día Zac-Nicté al enterarse de la boda de Hul-kin decidió atarse una piedra a su hermosa cabellera y arrojarse al cenote. Justo en ese momento el príncipe sintió un gran dolor justo en el corazón, esto lo llevó de vuelta a Zací solo para enterarse de que su amada había muerto.
Preso del dolor, Hul-kin también se arrojó al cenote dejándose ahogar para demostrarle a Zac-Nicté su gran amor. La hechicera al ver este acto dijo: “te he cumplido Zac-Nicté, te he traído de nuevo a tu amor”, al mismo tiempo que arrojaba una maldición al cenote, el cuál cobraría la vida de algún joven para honrar el amor de Zac-Nicté y Hul-kin.
Sac Nicté y el abandono de Chichén Itzá
El amor entre Sac Nicté y Canek cuenta el rompimiento real que tuvo la Liga de Mayapán, integrada por Uxmal, Chichén Itzá y Mayapán.
La Princesa de Mayapán y el Príncipe de Chichén Itzá, con vidas paralelas desde niños, se enamoraron aunque ella estaba comprometida con el Príncipe de Uxmal.
Canek raptó a Sac Nicté antes del matrimonio y huyó con su pueblo, dejando sola la ciudad que hoy alberga la Maravilla del Mundo moderno.
Leyenda del Maquech El amor que te acompañará siempre
La princesa Cuzán fue comprometida en matrimonio por su padre, con el príncipe de la ciudad de Nan Chan: Ek Chapat.
Cuzán cumpliría con la voluntad de su padre pero se enamoró de Chalpol, un joven de "cabeza roja" sin linaje.
Cuando el padre de Cuzán supo que eran amantes, mandó sacrifiicar a Chalpol; pero al ver el sufrimiento de su hiija pidió consejo a los sacerdotes quienes le aconsejaron convertirlo en un insecto y así fue entregado a la joven desolada.
Cuzán cumplió la promesa de nunca separarse de él, al jurarle amor eterno, y mandó adornarlo con el mejor joyero quien le colocó una cadenita para que ella pudiera traerlo siempre cerca de su corazón.
El enano de Uxmal: Sigue la voz de los dioses, pero oye la de los hombres
En Kabah nació un niño de un huevo, crecieron sus barbas y su cabello pero su cuerpo no. Fue críado por una anciana sabia que guardaba un tunkul (instrumento musical).
El hombrecillo sagaz y malicioso un día se adueñó del tunkul y con su sonido llegó a engañar al Rey de Uxmal, a quien hizo construir un camino de su reino a Kabah.
Con enredos, el enano logró ser ungido como Rey de Uxmal, pero hizo poco caso al consejo que le diera la anciana antes de morir: Sigue la voz de los dioses, pero oye la de los hombres.
Sólo unos años de reinado en paz le acompañaron, pues terminó sustituido en adoración por una estatua de barro que él mismo mando construir. Luego vino el caos para esa ciudad.